A veces cumplir el deseo de un niño enfermo es su mejor medicina ya que supone una inyección de combustible para seguir luchando. Por este motivo, desde la Fundación Pequeño Deseo hacen realidad los deseos de niños/as con enfermedades crónicas o graves con el fin de apoyarles anímicamente y alejarles temporalmente de la enfermedad.
Una campaña de
8
Beneficiarios directos
Aquellas personas que de forma natural han sido beneficiadas por las acciones desarrolladas en la campaña.
30
Beneficiarios indirectos
Aquellas personas identificables que reciben un efecto potencial de las acciones desarrolladas en la campaña.
La Fundación Pequeño Deseo (FPD) hace realidad los deseos de niños/as con enfermedades crónicas o graves con el fin de apoyarles anímicamente y alejarles temporalmente de la enfermedad. El cumplimiento de un deseo genera emociones positivas que tienen un efecto enorme en su bienestar y en la manera de afrontar la enfermedad.
Desde la Fundación Pequeño Deseo trabajan día a día para que la ilusión y la alegría formen parte del tratamiento. Trabajan de manera individual con cada niño para invitarle a soñar y que pueda manifestar su mayor ilusión, de la mano de psicólogos infantiles, formados y preparados para ello.
En la mayor parte de los casos, el deseo llega a la FPD a través del centro médico o el entorno familiar del niño. La FPD no trabajará en ningún caso sin la conformidad tanto del equipo médico responsable del niño como de sus padres o tutores. Los padres y el equipo médico pasan a ser cómplices, colaborando con la FPD para invitar al niño a soñar. Además, en la medida de lo posible, intentan que el deseo sea sorpresa hasta el momento de su realización, pues el efecto positivo es mayor.
- Hacer realidad los deseos de niños y niñas con enfermedades crónicas o graves con el fin de darles apoyo anímico.
- Alejar a los niños y a sus familias de la rutina diaria que están forzados a vivir a causa de la enfermedad.
- Evaluar los posibles niños susceptibles de ser destinatarios de la labor de la Fundación de la mano del equipo médico responsable del niño.
- Conocer a los padres para explicarles con detalle el funcionamiento y obtener su consentimiento para trabajar con su hijo e invitarles a ser nuestros cómplices.
- Conocer al menor y visitarle todas las veces necesarias hasta conocer su mayor deseo.
- Preparar el deseo contando con el consentimiento del médico quien tiene la última palabra.
- Intentar, en la medida de lo posible, que el deseo sea sorpresa hasta el momento de su realización, pues el efecto positivo es mayor.
- Hacer realidad el deseo del niño.
Niños y niñas de entre 4 y 18 años que residen en territorio español y que padecen una enfermedad crónica o grave y necesitan apoyo anímico para seguir luchando.